Tres flores, que diría Marte (Si, así decidimos llamar a Marta, y aunque yo me decantaba más por Marsupilami mi propuesta
no tuvo éxito).
A Ele la odiaba antes de empezar a vivir juntas, a Marte la empecé a odiar el segundo o tercer día ya. ¿El casero? De él me enamoré cuando nos explicó el funcionamiento de una tostadora.
Teniamos una obsesión común: Internet. Así que mientras que lo contratabamos y no, nos pasabamos el día en el suelo de mi gigante habitación con posturas extrañas para intentar robar wifi.
También íbamos al locutorio, grandes momentos pasamos ahí. Era como estar dentro de un culebrón.
Fiesta. Mucha fiesta, ¿demasiada?
Y de aquella todavía teniamos tiempo para aparecer por clase (poco, todo sea dicho).
Tuvimos una época en la que ellas sólo comían pasta acompañada de una salsa que les enseñó Bea Tetas (supongo que no es necesario explicar el mote) y yo sólo comía pizza y nuggets.
Luego otra en la que hicimos una dieta para comer sano, esta duró dos días, hasta que hubo un momento en el que nuestra vida cambió por completo: mi abuela me regaló una plancha de cocina.
Marte apenas nos contagió su forma de hablar, creo. Y tampoco aprendimos que los de Albacete son albinos, creo otra vez.
Además de eso, Ele aprendió a hablar ruso, no lo hace mal. Marte y yo aprendimos la programación de Neox: a las siete Sin Chan (o como se llame ese maldito crío que no soporto), a las ocho American Dad (el plagio del plagio) y a las nueve Los Simpson (dichosas reposiciones).
Lloramos, nos quisimos matar y rompimos cosas (Marte el parqué), pero también reimos, mucho.
Es genial entenderse sin hablar.
no tuvo éxito).
A Ele la odiaba antes de empezar a vivir juntas, a Marte la empecé a odiar el segundo o tercer día ya. ¿El casero? De él me enamoré cuando nos explicó el funcionamiento de una tostadora.
Teniamos una obsesión común: Internet. Así que mientras que lo contratabamos y no, nos pasabamos el día en el suelo de mi gigante habitación con posturas extrañas para intentar robar wifi.
También íbamos al locutorio, grandes momentos pasamos ahí. Era como estar dentro de un culebrón.
Fiesta. Mucha fiesta, ¿demasiada?
Y de aquella todavía teniamos tiempo para aparecer por clase (poco, todo sea dicho).
Tuvimos una época en la que ellas sólo comían pasta acompañada de una salsa que les enseñó Bea Tetas (supongo que no es necesario explicar el mote) y yo sólo comía pizza y nuggets.
Luego otra en la que hicimos una dieta para comer sano, esta duró dos días, hasta que hubo un momento en el que nuestra vida cambió por completo: mi abuela me regaló una plancha de cocina.
Marte apenas nos contagió su forma de hablar, creo. Y tampoco aprendimos que los de Albacete son albinos, creo otra vez.
Además de eso, Ele aprendió a hablar ruso, no lo hace mal. Marte y yo aprendimos la programación de Neox: a las siete Sin Chan (o como se llame ese maldito crío que no soporto), a las ocho American Dad (el plagio del plagio) y a las nueve Los Simpson (dichosas reposiciones).
Lloramos, nos quisimos matar y rompimos cosas (Marte el parqué), pero también reimos, mucho.
Es genial entenderse sin hablar.
Os echo de menos, pequeñas...
En el fondo, y tan fondo, os quiero.
En el fondo, y tan fondo, os quiero.
Y si, Ele es la de siempre...la que nunca friega. La que le tocaba fregar lo acumulado de una semana y se fue a Nueva York sin hacerlo.
Buen viaje, capulla.
Buen viaje, capulla.
9 comentarios:
Esa tal Bea Tetas suena buena gente no hace falta que te diga porque…
A sin que cuidado con Albacete…
Cuidate
Que capullo xD
le llamado muchas veces...
Es una putada. Intenta quedarte con los buenos momentos.
Un saludo
Hola Eva, última semana en Madrid?
Ya tendrás ganas de volver eh?
Bueno sólo decirte, como dice el sabio refranero español:
"Si vienes a Madrid, ya eres de Madrid"
:) ;)
bueno, un poco seréis 3 ya aunque no viváis juntas jeje
pasastéis un gran año jeje
bssssss
Yo también echo de menos a mis compis anteriores. Y aunque a veces digo que vivir sóla es lo mejor que hay, otras muchas echo de menos la casa llena de gente en Irlanda ;)
Besos vecina!
Vaya, qué bien os lo pasabais, ¿no? :)
tres a veces no son multitud!
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