Madurar es CONFORMARSE.

martes, 20 de abril de 2010

Felicidad.

Momentanea, pero ¡coño!, que bien me siento.
Falta y sobra algo, pero dadme tiempo...


Un saludito. Empieza el verano. Empezaré a pasar de Internet.
Nos vemos pronto.

domingo, 18 de abril de 2010

Si, mañana.

Mañana me voy a reinventar y voy a desarrollar mi fuerza de voluntad. Voy a madrugar, y sin quejarme. Voy a levantarme de buen humor, ducharme y pasar seis horas en la facultad. Después comeré una Mc Pollo y jugaré al billar. Voy a perder porque siempre meto la negra, pero ¿y lo bien que lo pasó qué?
Voy a reirme con bromas absurdas. Voy a disfrutar de las gotas en mi cara si llueve, o de las quemaduras del sol, si sale.
Voy a arrepentirme de pasarme semanas, o meses, encerrada en casa odiando el mundo.

Lei que cuanto más pesimista es uno, más optimista puede ser. Sólo hay que transformar esa carga negativa en positiva. Y yo, que me ahogo en una gotita de agua, mañana nadaré en un gran oceano.

Empezaré a vivir, otra vez.


Sean felices.

lunes, 12 de abril de 2010

Confianza.

Creo en muchas cosas, pero desde luego, creo muy poco en las personas. Puedo contar con los dedos aquellas que tengo una confianza plena, y lo triste es que temo que me sobraría una mano...
¿Por qué? Por multiples decepciones, así, me ahorro las futuras.
No esperes nada de casi nadie, así casi nada te dolerá.

Aun así, me encanta tener alguna excepcion de esta regla...






Ivanamaham.

Le gusta beber vozka de 4 euros, comer patatas a las 4 de la mañana, hablar a lo moro, y a veces, sólo a veces, le gusta parecer una cascada. (No voy a explicar esto, no).

En el fondo, mola. Hoy un poco más porque cumple 20 años, ya no es un teen.



FELICIDADES, otra vez.



domingo, 11 de abril de 2010

Y tu...

¿Qué harías si vivieras?

viernes, 9 de abril de 2010

Intensidad.

Lo he dicho mil veces, odio los relojes. No me gustaba medir los momentos en horas, ni en minutos, ni en segundos.
No creo que hayamos elegido la unidad adecuada.
El tiempo no cuenta para nada, 30 años pueden resultar insignficantes al lado de un segundo.
Y si no me creeis, preguntarle a esa madre que acaba de ver a su niño por primera vez, nunca olvidará ese segundo en que por fin lo tuvo en brazos. Nunca.

Sé que suena raro, pero yo prefiero medirlo en pelos. Si, en pelos. En vez de contar la cantidad de minutos, recuerdo aquellos instantes en los que se me ponen los pelos de punta.
Ese segundo de pelos erizados, me parece mucho más importante que 30 años.

Y no sé como lo haces, pero tú consigues tener este efecto en mi muy amenudo...


Eva RF.