Madurar es CONFORMARSE.

viernes, 24 de julio de 2009

Maldita Nerea


9 meses desde el concierto que cambió mi vida...







El video de ese día no es muy bueno, ya, pero...¿qué puede pasar en un concierto de MN?






¿Cuándo volvemos?;)

jueves, 23 de julio de 2009

Mi nuevo amigo.


Si, lo sé, es una aunténtica mierda, pero como tengo la molesta manía de cargarme el móvil cada tres meses,aproximadamente,no me apetece tirar dinero...

La culpa de todo esto es de un sugus amarillo, que me hace subirme en atracciones de agua en las que por casualidades de la vida yo me tengo que mojar más que el, y por otras casualidades mi antiguo móvil se tuvo que mojar más que yo. (Sobrevivió, pero el pobre quedó tocado)
Ambos sabemos que lo mejor del día fue el simulador...¡qué grande el gato!

Creo que aun no te lo he dicho, pero... ¡gracias por ese día Nachito!
Gracias también por tener tanto miedo como yo para subirte a las atracciones xD

Espero que te lo hayas pasado genial en tu primer concierto de Viki, que espero también que no sea el último.

martes, 21 de julio de 2009

¿Qué hay de malo en soñar despierto?

No me llevo bien con el futuro, no sé si es un defecto o no, pero lo detesto. No me gusta pensar en él, ni planearlo.
He aprendido a no tener expectativas, o a no depender mucho de ellas . Aunque suene a utopía barata, son más bonitos los sueños, no atan.

Son más bonitos, sobre todo, si los sueño despierta...y no me quiero dormir.


lunes, 20 de julio de 2009

Verano

Tanto tiempo libre y tan poco con qué llenarlo, mejor dicho, tan lejos...

jueves, 9 de julio de 2009

Limón, naranja, fresa.

Cuando estoy pensando mucho sobre una misma cosa me da por escribir. Una manía. También un intento fracaso de ordenar mis pensamientos, como si se pudiera.

Este en esta estanteria queda bien, este no me gusta pensarlo, a la papelera. Genial, este combina con el tono de la pared, se queda.

Y así, desordenando, tengo bastantes libretas escritas. (Llamádme antigua, pero donde esté el boli y el papel que se quite esto).

Son curiosos los cambios de opinión que se tienen a lo largo de los años, pero más curioso aun es que en algunas cosas no se cambie nada.

Si de pequeño estás media hora decidiendo si quieres un caramelo de limón, naranja o fresa (si te gustan los de frambuesa lo siento, me caes mal) estarás ante la misma duda cada vez que te los ofrezcan, aunque pasen años.
Después escogerás uno con la seguridad del que lo ha estado pensando siglos...lo que no recuerdo es si es siempre el mismo.

Con los años cambia la cosa, si. Dudas entre vodka, ron o ginebra, pero eso es otra historia...

En lo que si he cambiado es en el miedo a la oscuridad, me aterrorizaba. Y mira, ahora he aprendido a ver aunque esté todo negro.
Incluso me gusta.
A veces la provoco y cierro los ojos, deberiais probarlo, no hay forma de ver mejor.

Si es que en el fondo...somos como niños.

domingo, 5 de julio de 2009

Inmadurez crónica.

Había una vez un niño que se pasaba horas y horas en un parque con un balón, era su mejor amigo, no podía dejarlo ni un momento.
Los demás niños siempre lo querían en su equipo, rara vez fallaba, y si lo hacía, le afectaba más que a nadie. Le gustaba llevar la camiseta de su ídolo, soñando con que algún día alguien llevaría la suya.

El niño se convirtió en adolescente, pero su pasión por el fútbol no desapareció, sabía que algún día jugaría entre los grande. No iba a ser fácil, pero era lo que más añoraba en el mundo.

El adolescente se convirtió en adulto y por entonces le salía el dinero por las orejas. Cuando volvía a ver a esos niños con los que corría en el parque se limitaba a decir: "He madurado, me he dejado de tonterias, ". Y así fue como el niño futbolista se convirtió en director de banco.
Y aun así, cuando estaba sentado en el sofá de su casa viendo a su equipo jugar, volvía a soñar...



Y ahora explicadme por qué está tan sobrevalorado eso de madurar. Para mi, es el eufemismo cobarde de resignación.


Hay una canción que dice algo así como: Y es que no hay nada más triste que recordar los sueños del pasado, para comprobar que poco se cumplió de lo que habíamos soñado.
Al escuchar eso lo primero que pienso es: vaya, otro que ha madurado.