Ella aun mantenía la esperanza. Había conocido el sabor de la victoria, el frescor de las alturas, y había caido en picado, si, pero aun mantenía la esperanza de volver a volar. Esperanza aumentada a veces con pequeños flotes. Parecía que la gravedad le daba un respiro, pero volvía, siempre volvía.
Y así pasaba los días, desesperando por culpa de la esperanza.
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2 comentarios:
Divina esperanza, Quionia en griego, sigue pegada a ella, siempre habrá un momento y un lugar para recuperarla; y eso lo juro por mi vida.
Un enorme abrazo a los hijos de la esperanza, ¿acaso podría haber mejor lider?
Ostras, me siento totalmente identificada!!!
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